Después de terminar el colegio, Gabriel Osorio soñaba con dedicarle su vida a la música clásica. Ya tocaba piano y trompeta. Una conversación con su papá puso en crisis ese deseo, o mejor dicho lo amplió. Decidió achicar el riesgo, elegir una carrera que le garantizara estabilidad para después volver a las partituras. Así llegó a la Universidad de Chile.
La pasión por la música siguió con el tiempo, pero más como una afición. A su fanatismo por Bach y Beethoven se le sumó la Nueva Canción Chilena, en especial de Quilapayún. Es Magíster en Derecho Público de la Universidad de Chile y hace clases en las universidades Andrés Bello y en la Central. Aunque pasa mucho tiempo ahí, en su oficina no suelen escucharse estas canciones.
—La música no es acompañamiento. Si voy a escuchar un disco, dedico un tiempo exclusivamente a eso.
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El abogado Gabriel Osorio, militante del Partido Socialista, se volvió una de las voces más escuchadas entre pares. Por eso fue elegido su representante entre los 24 miembros de la Comisión de Expertos. Antes, fue asesor de las divisiones jurídico-legislativas de la Segpres y del Ministerio del Interior (durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet). En noviembre de 2019 ya había representado al PS en la mesa técnica por el Acuerdo por la Paz. También fue parte de la redacción del Acuerdo por Chile y su respectiva reforma constitucional.
Votó Apruebo, pero ha reconocido la anterior Convención Constituyente como un “proceso fallido”.
Votó Apruebo, pero ha reconocido la anterior Convención Constituyente como un “proceso fallido”, incapaz de unir a la gran mayoría de los chilenos. Igual tiene muchas esperanzas en este proceso, y en el futuro. Integra la subcomisión 1 sobre Sistema Político, Reforma Constitucional y forma de Estado.
—Han sido días interesantes y agotadores. Trato de enfrentarlos con los pies en la tierra. Entiendo que mí no me ha elegido nadie, participo en la redacción de un anteproyecto para el consejo constitucional.
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Junto con su hermano Cristóbal fundó Osorio & Vargas Abogados hace poco más de cinco años. La firma ha participado en casos vinculados con el derecho público y administrativo.
“Los hermanos Osorio tienen en vilo a las inmobiliarias detrás de los guetos verticales”, los describió un artículo de La Segunda. Fue cuando, en julio del 2021, lograron que la Corte reabriera el debate sobre la participación de los vecinos de Estación Central en el proceso de edificación de torres de departamentos. Otro de sus casos notables fue como representantes del Sindicato de Trabajadores de Latam frente a la compañía multinacional: lograron que el tribunal fallara a su favor.
Osorio & Vargas Abogados ha integrado, por tres años consecutivos, el prestigioso listado The Legal 500 para Sudamérica.
No sólo litigan con instituciones de justicia. También tramitaron diversos proyectos de ley que impactan en la regulación del sistema político, como el financiamiento de campañas electorales.
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Gabriel Osorio es de pocas palabras. Pragmático. No le gusta dar entrevistas. Cuando lo convocaron para este desafío no prestó atención, es que su padre estaba muy enfermo y él lo estaba acompañando. Preocupado, sólo quería permanecer cerca. Otra vez, la palabra paterna marcó su destino: le dijo “que no fuera tonto”, que asumiera esta responsabilidad. Y lo hizo.
Osorio hijo sigue preocupado. Espera que el Consejo Constitucional pueda escribir un gran proyecto para el nuevo Chile. “Ellos serán los verdaderos protagonistas.”