ocupar todos los espacios

Por Ludmila Fernández López

mujeres y videojuegos

FIFA 2023 ya tiene tráiler: la futbolista australiana Sam Kerr, convertida en animación 3D, aparece junto al astro francés Kylian Mbappé.

Al cumplir 30 años, el FIFA tendrá por primera vez a una mujer como cara del juego.

Otra novedad es la incorporación de ligas femeninas. Por ahora, hay dos confirmadas para la versión ‘23: la inglesa y la francesa. Todavía no hay confirmación oficial sobre la presencia de mujeres en el modo carrera ni en el FUT (FIFA Ultimate Team). Eso sería clave: son los modos de juego más populares.

En el FIFA 23 también se recrearán los próximos mundiales: Qatar 2022 (masculino) y Australia-Nueva Zelanda 2023 (femenino). En su versión “real”, los dos tendrán participación argentina.

Eso sí: los nenes con los nenes y las nenas con las nenas.  El juego no habilita formas mixtas, ni al interior de los equipos ni para enfrentarlos entre sí. El dispositivo binario se replica con la lógica habitual.

A las mujeres y personas LGBTIQ+ se les permite sumarse al mundo de las animaciones hiperrealistas de la misma forma que sucede en el deporte de carne y hueso: sostenida y progresivamente, aunque muy de a poco y como personajes secundarios.

¿Qué le pedimos al producto de una multinacional del entretenimiento? Amplía la representación femenina y diversa (¡y esto importa!), pero también es recrea y potencia las desigualdades reales sin demasiada creatividad.

¿Hace falta que el videojuego vaya tan lento en la despatriarcalización del deporte y el ocio como la versión analógica de nuestras vidas?

De hecho, mientras las árbitras dirigen hace rato en competencias internacionales, el videojuego sólo propone árbitros masculinos. Por eso, Women In Games Argentina (WIG) desarrolló el “equality mod”.

Para Stephanie Zucarelli, periodista especializada en videojuegos y cofundadora de WIG, se trata de agregarle "una capa extra" a las narrativas inclusivas en las que viene trabajando la industria.

Agudizar el olfato cuando se trata de multinacionales pintándose de arcoíris es necesario para no caer en celebraciones inocuas. ¡Qué bueno, habrá dos ligas femeninas junto a las cientos de opciones masculinas!

Como sea, la crítica no llama a la inacción: toca ocupar todos los espacios posibles. Los digitales también.

Pero a no confundirse: los videojuegos no son cosa de hombres. El último 8M, la consultora Newzoo demostró que las jugadoras representan el 46% del universo de usuaries de videojuegos. ¿Entonces?

Esta casi paridad no exime al ambiente de una misoginia intrínseca. Hay una altísima hostilidad para todo lo que no es un hombre-blanco-hetero. Las jugadoras se encubren bajo avatars y nicks masculinos, evitan el chat de voz y surfean entre proposiciones sexuales e invitaciones a lavar los platos.

La mayoría de los videojuegos más reconocidos son diseñados pensando en el goce estético masculino-heterosexual. Los personajes femeninos lucen cuerpos ultra sexualizados y, por supuesto, son minoría.

Acá también hay novedades. El Gran Theft Auto (GTA), conocido por reproducir todas las lógicas machistas posibles, en su sexta entrega estará protagonizado por una mujer.

Definitivamente, ampliar la representación es clave, pero ¿qué celebramos cuando la animación de una mujer lidera un videojuego cuyas misiones incluyen secuestrar, matar y huir?

¿Cómo resistir la asimilación y la captura mientras reivindicamos el derecho al juego y luchamos contra la subrrepresentación y el tokenismo?

No se trata solo de representación y de niñas gamers. Importa que los pibes se topen con mujeres animadas que no estén allí para estimularlos. Quedan flotando preguntas: ¿cuántos descargarán el equality mod? ¿Cuántos harán gambetear a su Sam Kerr digital?. Por lo pronto, se abre la cancha.

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