Catalina Lagos


La imprescindible

“Es a la que le ponemos más fichas en el partido”, asegura un ex convencional socialista sobre el futuro político de Catalina Lagos, la abogada integrante de la Comisión de Expertos en cupo PS. “La Cata es la que tiene más visibilidad pública, vocerías, y la más política en ese sentido”.

Abogada de la Universidad Diego Portales, profesora de la Universidad de Chile y de la Universidad Alberto Hurtado, e investigadora del Instituto Igualdad, ligado al PS, Lagos ha enfocado su carrera política y académica en torno a los derechos humanos y las temáticas de género, y en estos ámbitos se volvió una asesora imprescindible en el proceso constituyente que llevó a cabo la Convención. Estas credenciales, y su cercanía con Manuel Monsalve, según cuentan parlamentarios socialistas, la llevaron también a trabajar como coordinadora legislativa de la Subsecretaría de Interior hasta que dio el salto, nuevamente, al ex Congreso como experta designada por el Senado.

Su nombre era recurrente en las conversaciones del Colectivo Socialista y del Frente Amplio en el ex Congreso Nacional en los tiempos en que este albergaba a la Convención. Había intentado entrar mediante las urnas, pero finalmente lo hizo como una asesora clave de los constituyentes PS, a quienes, en ocasiones, superaba en influencia y articulación política. 

Su liderazgo se da principalmente entre los círculos feministas y ligados a los derechos humanos, así como también en el grupo de los militantes menores de cuarenta años.

Dentro del Colectivo Socialista apuntan, con la grabadora apagada, a dos factores que explican el liderazgo que adquirió Lagos en el anterior proceso constituyente: su rol como referente en los círculos feministas, sumado al déficit de militancia de mujeres en el partido, y su capacidad de articulación con otras fuerzas políticas. Esto fue tal, que logró mantener lazos más estrechos que las y los convencionales socialistas con los grupos feministas de Apruebo Dignidad y los Movimientos Sociales y la Coordinadora 8M, así como con Constanza Schönhaut (CS) y Alondra Carrillo.

Su arribo a la Convención y su camino hasta convertirse en una asesora y líder clave entre los movimientos y partidos que pululaban por el ex Congreso no estuvo libre de sospechas y obstáculos. Durante la primera parte del anterior proceso constituyente, cuenta un ex convencional socialista fuera de grabadora, algunos independientes que habían entrado en cupo PS, como Malucha Pinto y Jorge Baradit, se sumaron a la desconfianza generalizada anti partidos que hegemonizó el debate constitucional en sus inicios, por lo que cualquier emisario de la tienda de París 873 era apartado sin miramientos.

De esta misma forma, Lagos también tenía un rol clave como bisagra entre los convencionales socialistas y el Instituto Igualdad, que les seguía los pasos de cerca y los asesoraba. Un ejemplo de esto, son las comisiones paralelas que se formaron en el centro de pensamiento, las cuales pretendían ser un espejo de los grupos de debate que se daban en la Convención. Este ejercicio fue coordinado por el también ahora consejero experto, Flavio Quezada, y el punto de conexión entre él y los miembros del Colectivo Socialista era, precisamente, Catalina Lagos.

Su liderazgo se da principalmente entre los círculos feministas y ligados a los derechos humanos, así como también en el grupo de los militantes menores de cuarenta años. Esto ya lo ha demostrado también en el trabajo que ha hecho la comisión de expertos, donde ha expresado su compromiso con un sistema político que considere lineamientos feministas: “tengo interés en impulsar la consagración del principio de paridad, el establecimiento de una democracia paritaria”, ha dicho desde su puesto en el ex Congreso. 

De la misma forma, se mostró crítica de la primera propuesta del articulado que refiere al medio ambiente, el que contó con tres artículos y provocó acaloradas discusiones en las redes sociales. “Los desafíos actuales nos convocan a incorporar principios más recientes, como la justicia ambiental y climática, de no regresión y pronatura o proambiente. Sólo uno de ellos fue recogido en esta propuesta”, dijo en el hemiciclo en una ácida crítica al articulado.