Es de Buenos Aires y creció escuchando la bossa nova que sus padres admiraban. Hizo la carrera de comunicación social en la Universidad de Buenos Aires cuando todavía se cursaba en la facultad de ciencias sociales y no había casi lugar para sentarse en las aulas. A los 30 años se decidió por lo que siempre había querido: vivir en el extranjero. Después de trabajar con la cultura y artistas brasileños en Argentina y estar cerca de Elza Soares, Hermeto Pascoal y Arnaldo Antunes se fue a Brasil. Llegó a Río un día de otoño y con la beca de la OEA para estudiar gestión cultural en la Universidad Candido Mendes. Le gusta más remar en el mar que nadarlo. Ya son 12 años en Río. Y hace seis años que se metió en el mundo de los derechos humanos. Forma parte del equipo de Amnistía Internacional. Y como una cosa lleva a la otra ahí comenzó a conocer historias sobre racismo, discriminación y género, y así se le abrió el Brasil sobre el que comenzó a escribir pequeños relatos. Es colaboradora ocasional para Americas Quarterly, Suplemento Las 12 (Página 12), Revista Late y sus primeros trabajos fueron publicados en Clarín, Revista OCAS y Hecho en Buenos Aires.