Oswaldo J. Hernández, guatemalteco, nacido en 1983, quiso ser científico de antipartículas. Se topó con un problema: la radiación se había agotado en los instrumentos del laboratorio de la universidad estatal. Cursó la licenciatura en Física Aplicada en Telecomunicaciones. Su fanatismo por Ray Bradbury en la adolescencia fue uno de los motivos que lo llevaron a las ciencias duras. Hasta que cambió de bando.

Es periodista desde 2008. Si Ray lo llevó a la física, fueron Hunter S. Thompson y Foster Wallace quienes lo acercaron al periodismo. Sus primeras notas fueron en suplementos culturales de El Periódico y Siglo XXI y la revista RARA. Algunos de esos trabajos fueron incluidos en el libro “El futuro empezó ayer. Apuesta por las nuevas escrituras de Guatemala”.

Fue finalista del Daniel Pearl Award en 2013 por su colaboración con el equipo de Insight Crime en los reportajes sobre narcotráfico. Desde 2011 es parte del equipo del medio digital Plaza Pública, donde obtuvo el premio de la Sociedad Interamericana de Prensa 2014 por la cobertura de Noticias por Internet al dar seguimiento a temas de violaciones de derechos humanos durante el gobierno del dictador Efraín Ríos Montt.

A veces extraña su época en Alternador, la banda de banda punk-grunge en la que tocaba. Tenían influencias de The Misfits, Sonic Youth, Pixies y The Queens of The Stone Age. Y hasta fantasearon con crear una plataforma festivales musicales en distintos lugares de Guatemala.