Cuando mira los partidos de la selección, Gustavo Veiga se apasiona y grita los goles aunque no llega a la categoría de desquiciado. Ese estado de Nirvana solo lo alcanza cuando ve con Emiliano, uno de sus hijos, a Defensores de Belgrano. Del fútbol y su mugre se acuerda a tiempo completo como periodista, cuando no escribe de otros temas como política internacional.
Trabajó como colaborador, redactor y editor en distintos diarios y revistas nacionales. En la actualidad es redactor especial en Página 12 para las secciones Política, Sociedad, Política Internacional y Deportes. Publicó tres libros, “Donde manda la patota” (1998) “Fútbol limpio, negocios turbios” (2002) y “Deporte, Desaparecidos y Dictadura” (2006). En docencia, da clases en la materia Taller de Expresión III de la carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En 2007, le otorgaron el premio Konex en Prensa deportiva escrita. Tres años después, fue jurado del mismo galardón en la categoría Deportes.
De chico, cuando se acostaba, soñaba con Brigitte Bardot. Hoy apenas tiene tiempo para dormir: como generalmente se acuesta de madrugada, casi al alba, solo le queda tiempo para pensar en qué hará a las pocas horas, cuando se levante.