Gustavo Farabollini dice que, en Santa Fe de la Vera Cruz “lo que mata es la humedad, el calor y los mosquitos también”. A veces la siente demasiado provinciana, conservadora, ciudad administrativa, repleta de empleados públicos; chata. Otras, valora su tamaño “a escala humana”, la posibilidad de dormir la siesta, los ríos que la rodean, el movimiento universitario y su vida cultural.

Esos paisajes forman parte de su literatura, impregnada de arroyos, islas, y de la gente del litoral. 

Gustavo es Profesor en Historia por la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y Doctor en Educación por la Universidad Católica de Santa Fe (tesis publicada: Discursos políticos y modelos pedagógicos. Una lectura de Santa Fe 1983-2003); es profesor de grado y posgrado en ambas universidades.

Publicó y expuso trabajos académicos en el país y en el exterior. Escribió guiones y condujo programas culturales.

Sus ensayos, crónicas y cuentos recibieron varias distinciones y reconocimientos; con la crónica publicada en Anfibia fue finalista del "Concurso Federal Héroes, la historia la ganan los que escriben", organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación y auspiciado por Anfibia.

Escribió una novela, “Todo sobre Eve”, aún sin editar.

Asiste al taller literario de la poeta Estela Figueroa, de la UNL; y participa en el taller de escritura de la escritora Selva Almada.

De chico, en la casa de sus abuelos, en un pueblito de la provincia de Córdoba, Pozo del Molle, descubrió que le encantaba leer y escribir. Allí pasó todos los veranos de su vida hasta la colimba. La biblioteca era enorme y él, que nunca quiso dormir siesta, leía libros recomendados o los que iba descubriendo. Y empezó a escribir: los primeros textos fueron guiones de pequeñas obras teatrales, casi siempre de Cowboys. Luego las representaba en el patio.