Gabriela es Doctora en ciencias sociales (UBA) y licenciada en sociología (UNLP). Es docente universitaria de grado y posgrado (UNAJ, UBA, UNTREF Argentina) e investigadora asistente del CONICET en el Programa Sociedad, Cultura y Religión del CEIL.

Su área de estudio es la intersección entre la ciencia, la salud y las creencias. Particularmente se centra en las representaciones e intervenciones públicas de las religiones en temas de bioética relacionados con el inicio, la reproducción y el fin de la vida entre ellos: aborto, clonación reproductiva, crioconservación de embriones y estatuto moral, edición genética, diagnóstico preimplantatorio, reproducción tecno-mediada, eutanasia, muerte digna, suicidio asistido y rechazo a tratamientos biomédicos. Fue profesora visitante en universidades internacionales, ha publicado artículos en importantes revistas científicas y tiene dos hijos pequeños, Matías y Joaquín.

Un día, mientras trabajaba en investigaciones de opinión pública y marketing, leyó un libro de Verónica Giménez Béliveau que le cambió la vida. Pensó, “yo quiero hacer esto” y le escribió: “me encantó su investigación, me gustaría trabajar en su equipo”. A diez años de ese momento, aún no lo puede creer y se sorprende de que su deseo personal haya coincidido con un momento histórico en el que el estímulo a las vocaciones científicas era política de Estado.

Recuerda que en su reunión de presentación como becaria inicial, un estudiante de doctorado le indicó a un grupo “ahí viene el primer cordón” en referencia a ella y a otros becarios iniciales, oriundos del conurbano y con quienes hoy comparte oficina como investigadores. Ya no se sorprende cuando colegas ponen cara de espanto ante su respuesta a la pregunta ¿a qué colegio fuiste vos? "A la 52 y al San Ignacio de Wilde". Vuelve al conurbano orgullosa semana a semana a dar clases a esas universidades que también son resultado de políticas de Estado.