En enero de 2016 su nombre trascendió la sala de control de Crónica TV: “el hombre de las placas de Crónica” tenía nombre, apellido y rostro. Se llama Facundo Pedrini, es periodista, tiene 28 años. En esos primeros días del año, tres hombres se habían fugado de un penal bonaerense. Los buscaban en Santa Fe. Era el único tema de la agenda pública. Pedrini armaba placas con títulos así: “Los prófugos tiran más tiros que el chileno Vicuña”. Esas placas rojas –que ya tenían una larga historia dentro del periodismo televisivo argentino- se volvieron virales.

Se graduó en comunicación social. Para ser exactos, su rol en Crónica TV es “Coordinador de aire”, canal donde comenzó en el canal como “generador de caracteres”. Ahora decide qué notas van, cuáles no, en que momento darle prioridad a los móviles y redactar: escribe placas rojas, placas transparentes y zócalos. Escribe unas 50 placas por día. No es el único, hay otros compañeros que también redactan placas con la misma línea de Pedrini.

“Las placas rojas son un recurso pre-Twitter, donde también están en juego caracteres y formato. Twitter es un esquema parecido. Ahora que la figura del intermediario está en jaque, y teniendo en cuenta que nosotros somos un canal considerado hijo putativo del Último Momento, la relación con las redes sociales se vuelve inmediata. Si te fijás, el resto de los canales de televisión no saben muy bien qué hacer al respecto y parecen conformarse con exhibir las redes sociales en capturas de pantalla”, dice Pedrini.

Ha publicado notas en el diario Crónica, en Infobae, en Noticias Urbanas y Revista Crisis. Es autor del libro “Argentina, una historia en placas” (con prólogo de Carlos Ulanovsky) y de la obra de teatro “El hombre de las placas”, estrenada en el teatro La Casona de la calle Corrientes.