La ciudad perfecta de Agustina Badano es Buenos Aires con 2 millones menos de habitantes. Es porteña y pasó buena parte de su vida en Almagro. Cuando era chica viajaba a Chivilcoy todos los fines de semana con su familia. Ya de grande se licenció en producción y realización de medios audiovisuales. Cambió Almagro por Palermo y a Chivilcoy volvió muy de vez en cuando.
Estudió fotografía en Motivarte y siguió formándose en talleres y seminarios. Es una de las pocas fotógrafas mujeres del mundo sindical argentino y no pasa una semana sin que gatille con la cámara mientras suena la voz de Hugo del Carril entonando la macha peronista.
Desde 2014 forma parte del staff del Nano Festival de Fotografía. Ha participado de distintas muestras colectivas; la última, en junio de 2016, se llamó “1000 árboles”.
Odia el invierno. Conoció la nieve en Bariloche, en el viaje de egresados, y se prometió nunca más volver a tocarla.
Con cámaras profesionales, pockets o celulares disfruta de fotografiar lugares y objetos deteriorados por el paso del tiempo. Tiene en marcha un ensayo sobre galerías porteñas.